





La posesión espiritual, lejos de imágenes que nos ha mostrado el cine, es un sentimiento de hacer o desear realizar las cosas de una manera en la que claramente no nos sentimos representados ni identificados. Aunque también puede ser tan claro y específico como sentir que algún tipo de fuerza o energía influye en la vida. Suele estar asociado a frases como.
- Cuando me pongo así no soy yo
- Me pongo hecho un basilisco
- Se me llevan los demonios
- Yo no quiero ser así
- Estoy poseído
- Hay algo dentro de mí que me motiva a hacerlo
- Siento una voz en mi cabeza que me dice...
- Cuando empiezo a ... ya no puedo parar
- Es como si lo hiciese para otra persona
- Me siento en la necesidad de hacerlo aunque no me apetezca
- Siento una pelea en mi interior, una lucha interna
- Tengo pensamientos que no quiero tener
- A veces actúo como si no fuera yo
- Siento que estoy en otro lado, tengo la cabeza en otro sitio
- Hago las cosas automáticamente
- me veo hacer cosas sin querer hacerlas
- Siento una presencia junto a mi / en mi casa
- Tengo un Arkonte junto a mi
- A veces no recuerdo lo que he hecho
Todo esto produce comportamientos violentos, adictivos, obsesivos, antisociales, sexuales inapropiados, consumo de drogas, consumo de alcohol y tabaco, problemas de alimentación tanto por exceso como por defecto... y otras muchas conductas.
Puedes leer acerca de varias experiencias en el libro Terapia Regresiva y Almas Perdidas de la Asociación Española de Terapia regresiva, del que soy coautor
Es muy característica la culpa posterior a la conducta. Si el comportamiento fuese deseado no se sentiría esa culpa, seguramente se sintiese placer o plenitud.
- También se puede manifestar como:
- Pensamientos extraños recurrentes y obsesivos
- Dificultad para alcanzar objetivos
- Trastornos sexuales
- Conflictos afectivos y de pareja
- Agresividad repentina
- Ideación suicida
- Fobias y miedos
- Dolores sin causa médica
- Cansancio o fatiga crónica
- Somnolencia o sueño durante el día
- Falta de voluntad
- Adicciones
- Confusión mental
- Cambios de personalidad o de humor repentinos
Nos enfrentamos entonces a deseos o necesidades que, en el fondo, no queremos ni deseamos. Muchas personas manifiestan que, cuando toman alcohol o no han dormido bien y están cansados, la otra fuerza toma el control y la conducta sale con más facilidad. Otras personas sienten físicamente la lucha interna, ya sea con dolor de cabeza, migrañas o dolores musculares.
Cuando no se consiguen dominar estas influencias surgen, junto a la culpa, sentimientos de baja autoestima, de frustración, de impotencia, tristeza y necesidad de castigarse, insultarse, menospreciarse y toda una colección de emociones negativas. A esto se le suma que, cuando se tienen estas sensaciones, no se manifiestan externamente, ni siquiera a la pareja afectiva, los padres o amigos. Existe un miedo al rechazo, a parecer loco, a la humillación, a las risas y la incomprensión. He llegado a tener sesiones con personas de 60 o 70 años que llevan sintiéndose así desde la infancia y NUNCA han dicho nada a nadie.
Además es también característico que, cuando hemos decidido hacer algo para solucionarlo, comiencen a pasar cosas que nos impiden asistir a la sesión. Son normales las caídas, los accidentes, pérdida de llaves, olvidos de teléfonos, etc. Aunque lo más dominante es un pensamiento recurrente de -no lo estás haciendo bien-, -esta no es la solución-, -así no lo vas a conseguir- y todo tipo de pensamientos desalentadores.
El objetivo de la terapia en este caso es contactar con la entidad o el pensamiento que está generando todo esto y hacerlo consciente. La resolución normal suele ser que deje de influir en la vida la persona o, en todo caso, tomar conciencia de su existencia y de cómo actúa da el poder suficiente como para evitar ser manipulado o controlado.
Otros problemas relacionados:
- Ataques de pánico: Tratamiento efectivo con terapia regresiva
- Culpabilidad: Tratar la culpabilidad mediante terapia regresiva
- Dolores físicos : Dolores físicos crónicos o puntuales sin causa médica
- Entidades y energías: Comunicación con otras energías y entidades
- Intento de sucidio: sanación y tratamiento con terapia regresiva
- Ira y violencia: Eliminar ira, rabia o violencia de nuestra conducta
- Obsesiones. : Tratamiento pensamientos obsesivos
Síntomas:
- Ansiedad, nerviosismo, estar alterado.
- No poder avanzar o de estar atascado
- No poder más, cansancio y agotamiento
- Pesadillas o sueños recurrentes, problemas nocturnos
Spiritual Possession. Treatment with Regression Therapy
Spiritual possession, far from the images shown in movies, is a feeling of doing or wanting to do things in a way that clearly does not represent or identify us. However, it can also be as clear and specific as feeling that some kind of force or energy is influencing your life. It is often associated with phrases like:
- When I act like this, it’s not me.
- I lose control completely.
- I'm overwhelmed by anger.
- I don't want to be this way.
- I feel possessed.
- There’s something inside me that drives me to do it.
- I hear a voice in my head telling me...
- Once I start... I can’t stop.
- It’s as if I’m doing it for someone else.
- I feel the need to do it even if I don’t want to.
- I feel an internal fight, an inner struggle.
- I have thoughts I don’t want to have.
- Sometimes I act as if I’m not myself.
- I feel like I’m somewhere else, my head is elsewhere.
- I do things automatically.
- I see myself doing things I don’t want to do.
- I feel a presence near me/in my home.
- I have an Archon near me.
- Sometimes I don’t remember what I’ve done.
All this can result in violent, addictive, obsessive, antisocial, or inappropriate sexual behaviors; substance abuse; alcohol and tobacco consumption; eating disorders (both overeating and undereating)... and many other behaviors.
You can read about various experiences in the book Regression Therapy and Lost Souls by the Spanish Association of Regression Therapy, of which I am a co-author.
Guilt is a very characteristic feeling following the behavior. If the behavior were desired, guilt would not be felt; instead, one might feel pleasure or fulfillment.
- It can also manifest as:
- Recurring and obsessive strange thoughts.
- Difficulty achieving goals.
- Sexual disorders.
- Emotional and relationship conflicts.
- Sudden aggression.
- Suicidal ideation.
- Phobias and fears.
- Pain without medical cause.
- Chronic fatigue or exhaustion.
- Drowsiness or daytime sleepiness.
- Lack of willpower.
- Addictions.
- Mental confusion.
- Sudden personality or mood changes.
We are therefore dealing with desires or needs that, deep down, we do not want or desire. Many people report that, when they drink alcohol or have not slept well and are tired, the other force takes control, and the behavior emerges more easily. Others physically feel the internal struggle, whether through headaches, migraines, or muscle pain.
When these influences cannot be controlled, guilt is accompanied by feelings of low self-esteem, frustration, helplessness, sadness, and a need to punish, insult, or belittle oneself, along with a host of negative emotions. This is compounded by the fact that, when feeling these emotions, they are not shared externally, not even with romantic partners, parents, or friends. There is a fear of rejection, appearing crazy, humiliation, ridicule, and misunderstanding. I have had sessions with people in their 60s or 70s who have felt this way since childhood and NEVER told anyone.
It is also characteristic that, when we decide to do something to address it, obstacles arise that prevent attending the session. Falls, accidents, lost keys, forgotten phones, etc., are common. The most dominant, however, is a recurring thought of "you're not doing it right," "this is not the solution," "you won't achieve it this way", and all kinds of discouraging thoughts.
The goal of therapy in this case is to connect with the entity or thought causing all this and bring it into consciousness. The usual resolution is to stop it from influencing the person's life, or, at the very least, gaining awareness of its existence and how it operates, which provides enough power to avoid being manipulated or controlled.
Libros LEOPOLDO CEBALLOS Relacionados con Posesión espiritual.
Preguntas Frecuentes
- ¿Cómo funciona la terapia regresiva?: El objetivo de la terapia es acceder al inconsciente. Cuando tienes una conducta qué no quieres o deseas como comer demasiado, enfadarte o apartarte de la gente, o unas emociones que no puedes controlar como la tristeza, la ira, el miedo, la ansiedad o la soledad. Existe algo en tu inconsciente que lo provoca sin que tú puedas controlarlo o evitarlo. Si accedes y descubres por qué sucede esto, la programación pasa de ser inconsciente a ser consciente y entonces deja de afectarte con la intensidad que lo hacía antes.
- Y ¿cómo se accede al inconsciente?: Cuando sientes la emoción que no deseas sentir se abre una puerta al instante original en el que te programaste para sentirte de esa manera. Tu mente está en dos sitios a la vez. Tu consciente está aquí en el momento presente y tu inconsciente está en la situación original. Basta con cerrar los ojos y dejar que te guíe la emoción hasta esa experiencia original.
- Entonces ¿Cómo dejo de sentirme así?: Una vez que descubres el hecho original has de solucionar el conflicto que se está produciendo. Ahí entra la labor del terapeuta. Yo te ayudo a gestionar el conflicto para que deje de afectarte.
Nota importante
La Terapia Regresiva complementa pero no sustituye a un tratamiento médico, psicológico o psiquiátrico prescrito por personal sanitario. De coincidir el motivo de consulta con un tratamiento en activo, deberá consultar a su médico, psicólogo o psiquiatra acerca de la conveniencia realizar las sesiones.
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Si lo deseas puedes enviarme tu valoración por email info@terapia-regresiva.com o por whatsapp.
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